Es muy importante adoptar rutinas de cuidado diario y sostenerlas en el tiempo:
Cuando nos levantamos, limpiar la piel, hidratar y protegerla con un protector solar, todo el año, sin importar si es verano o invierno, ¡esté soleado o nublado!
Por la noche debemos realizar una limpieza profunda, quitarnos el maquillaje (en el caso de haber utilizado) con agua micelar, un bifásico, o leche de limpieza, y recurrir a una crema anti age que será la encargada de nutrir en profundidad mientras dormimos. Esta crema es la más importante ya que los principios activos van a actuar cuando la piel esté relajada por la noche.
La clave es armar una rutina adecuada a nuestro tipo de piel. Aprendé sobre tu tipo de piel y sus necesidades específicas. Esto te ayudará a elegir los productos adecuados para personalizar tu rutina.
Generar rutinas simples y adecuadas a las necesidades de nuestra piel. Aprender a escuchar a nuestra piel es esencial, tiene muchas cosas para decirnos.
¡No le echemos la culpa a las cremas! El cuidado de la piel no recae únicamente en la rutina de Skin care. Un estilo de vida saludable y equilibrado también va a traer resultados que se verán reflejados en tu piel.
Aprendé a aceptar y amar tu piel tal como es. Esta confianza en vos mismo contribuye a una apariencia radiante y positiva.
“La combinación de una rutina pensada para vos y tus hábitos saludables van a reflejarse en la belleza de tu piel”.