¡Sí! Nuestra piel nos habla y refleja nuestro estilo de vida, hábitos y bienestar general. Es clave poder mirar nuestras rutinas, nuestra forma de vida, ya que existe una importante conexión entre la salud integral y la apariencia de nuestra piel.
El envejecimiento de la piel depende de factores genéticos, pero, sobre todo, de nuestro estilo de vida. Protegernos del sol y la contaminación, hacer ejercicio, llevar una alimentación equilibrada y variada o dormir las horas necesarias cada día es esencial para una piel sana. Es clave poner foco en las rutinas que nos hacen bien y que se van a reflejar en la salud de nuestra piel.
La Dra. Eva Fischer, médica especialista en estética, destaca que:
“Hoy en día hay una presión sobre la belleza y la belleza tiene que reflejar calma, algo agradable, lindo, y que te genere bienestar”.
“La piel habla de vos, fijate que te pones colorado cuando tenés vergüenza, se eriza en situaciones de miedo, o se marca la cara con nuestras expresiones diarias, como cuando estamos enojados. La piel cuenta todo. Y como tu piel habla sobre vos, es importantísimo cuidarla.
¡Con simples pasos! De día la protegemos con agentes antioxidantes y con protector solar. De noche, como la piel se repara, la podemos ayudar con principios activos reparadores. Esta rutina tiene que ser un momento para vos, un momento de bienestar”.
El Dr. Lucas Ponti, médico dermatólogo, especialista en medicina funcional y miembro de la SAD,
nos invita a reflexionar:
“Es clave revisar cómo estamos viviendo, ser conscientes de nuestros hábitos y rutinas. Por supuesto que usar buenas cremas es un beneficio para nuestra piel, pero nuestros hábitos; qué comemos, cuánto dormimos y si hacemos actividad física son la clave”.
El especialista destaca que
“Moverse es indispensable para oxigenarnos y regular nuestras hormonas. No te pongas metas super inalcanzables, salí a caminar, compartilo con un amigo o amiga, subí y bajá escaleras, pero por sobre todo, movete… si vas a algún lado elegí caminar siempre que puedas”.
“Otro eje importante es el descanso. Mientras dormimos la piel repara, por eso todas las rutinas más nutritivas para reparar la piel las hacemos de noche. ¿La clave? Dormir temprano…cenar liviano. Comer y dormir temprano nos ayuda en todo. Necesitamos dormir una buena cantidad de horas, todo nuestro sistema está preparado para dormir de noche”.
“El descanso nocturno es fundamental para vivir en salud. Dormir, pero sobre todo, dormir de noche, es super necesario para que las células de nuestro cuerpo, y especialmente las de nuestra piel, se reseteen. Las células de nuestra piel responden a una hormona llamada melatonina, que podemos denominar como "la hormona de la longevidad" o "la hormona anti age por excelencia"”.
Laura Romano nutricionista y fundadora de Integral Nutrición nos invita a reflexionar cómo nos estamos alimentando y destaca que:
“La alimentación se refleja en nuestra piel, para tener una piel saludable es fundamental tener una alimentación variada y equilibrada. Cuando hablamos de variedad, hablamos de variedad de colores. Cuántos más colores tengamos en las frutas y verduras, más cantidad de vitaminas, minerales y también antioxidantes. La hidratación también es clave para tener una piel saludable, así que mantente bien hidratado, comé muchas frutas y verduras, pero sobre todo, variadas”.
“Proponete objetivos pequeños posibles de cumplir, empezá de a poco a incorporar variedad, a sumar una verdura o una fruta nueva cuando vayas a la verdulería, siempre aprovechá la fruta y verdura de estación, será siempre la mejor opción. Si bien sabemos que es importante reducir el consumo de alimentos ultra procesados, altos en azúcares, altos en grasas saturadas y altos en sodio, vamos a intentar de reducirlos, pero no de eliminarlos para no caer en los extremos y que puedas disfrutar de eso que, tal vez no es tan saludable, pero te hace sentir placer y lo podés hacer en un pequeño porcentaje de tiempo”.
“Lograr una alimentación balanceada y equilibrada no es algo que se pueda generar de un día para el otro, no es algo mágico, pero es algo que se puede lograr si nos proponemos pequeños objetivos. De eso se trata el verdadero cambio. Es el momento de organizarnos y empezar a adoptar hábitos que nos ayuden a largo plazo”.
Una rutina ABC en el cuidado de la piel tiene que ver con 3 aspectos esenciales que cualquier piel tiene que recibir para mantenerse sana y radiante: Limpieza, hidratación y protección. No hace falta cargar nuestra rutina de SkinCare con cremas y productos innecesarios, siempre y cuando estemos respetando estos 3 aspectos, nuestra piel nos lo va a agradecer.
La piel se clasifica de acuerdo a distintos factores: secreción sebácea, renovación celular, hidratación, nivel de sensibilidad, foto envejecimiento, entre otros. Así, cada tipo de piel tendrá características propias y necesitará diferentes cuidados específicos, pero basándonos en una rutina ABC, sabremos que nuestra piel está recibiendo todo lo que necesita.
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